No te apresures a tomar decisiones, date tiempo para pensar.
No dejes que otro piense por ti, porque tú tienes tu propia personalidad.
Sé tú mismo, no dejes de serlo para complacer a otros.
Si tienes buenos amigos, disfruta de su compañía y de su amistad.
Comparte con tu familia, saca tiempo para compartir con ellos.
Nunca trates de imponer tus propios criterios. Cada persona tiene derecho a opinar y tu deber es oirla. Si así lo haces tu palabra cobrará más fuerza.
Sé paciente con los demás, así demostrarás tu alto grado de madurez.
No desperdicies tu tiempo, pues el tiempo bien usado es un reflejo de tu carácter.
Saca tiempo para meditar y aprende a contemplar toda la hermosura que Dios creó a través de la Naturaleza.
Respétate a ti mismo y verás que los demás te respetarán.
Esfuérzate cada día por ser un buen ciudadano útil en la sociedad.
Si practicas estas reglas, seguramente serás en el Nuevo Año un ser humano feliz porque con tu comportamiento estás aportando para una mejor convivencia y podrás ser de inspiración para otros.